Conoce a Violet Terapeuta
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JIN SHIN JYUTSU es un saber innato en nosotros la frase significa “El Arte del Creador para el ser humano o para la persona compasiva” Todo cuanto necesitamos de armonía y equilibrio radica en nosotros. Con esta técnica trabajamos sobre la energía vital del que desde la fuente de todas las fuentes, se condensa en varios niveles, llamadas profundidades, para formar la conciencia invisible, los pensamientos, las emociones y el cuerpo físico. El ser humano no es un mero cuerpo, también es un alma y una mente individual. Dado que esta energía fluye en todos los planos o dimensiones trabaja en los cuatro niveles, físico, emocional, mental y espiritual.
“El ser humano alberga en sí toda la sabiduría y el conocimiento necesarios para curarse”
El Jin Shin Jyutsu ofrece una visión en que la energía se manifiesta y de cómo, aparentemente de la Nada aparece Vida en nuestro mundo. La energía es energía, y es de origen Divino, esta técnica pretende ponernos en contacto con esta energía, cuando hay bloqueo o estancamiento. Dicho de otra manera: el ser humano se cura si toma conciencia de la fuente atemporal, que en realidad yace en lo más profundo de su Ser.
El Jin Shin Jyutsu nos permite recordar que cada uno de nosotros disponemos de los instrumentos más simples que son necesarios para ese equilibrio armonioso: la respiración y las manos.
También es el conocimiento de nuestras 12 corrientes energéticas “individualizadas” del cuerpo. La interrupción de la armonía de estos flujos causa tensiones varias. La falta de armonía o tensiones son el resultado de nuestros hábitos de alimentación, mentales, y emocionales.
Por eso existen varios factores que pueden perjudicar el flujo armónico de los flujos energéticos, cosa que puede acarrear alteraciones a todos los planos del ser tales como:
Exceso de estrés cotidiano.
Heridas emocionales sin resolver.
Obstinación excesiva en algunas actitudes como preocupación, miedo, ira, tristeza o demasiado esfuerzo.
Pensamientos erróneos.
Mal tiempo e influencias climáticas adversas.
Problemas de pareja.
Ausencia de un sentido vital.
Heridas físicas o accidentes.
Nuestra salud o armonía depende de la distribución libre y equilibrada de esta energía vital a través de nuestro cuerpo, mente y espíritu.
